Patio del Archivo Histórico Provincial de Jaén.
El Delegado Territorial de Educación, Cultura y Deporte, José Ángel Cifuentes, junto al hijo de Carmen Michelena, y contando con la presencia de Juan del Arco, Director del Archivo Histórico Provincial de Jaén, presentaron el pasado 11 de octubre la obra CARMEN DE MICHELENA MORALES, UNA VIDA DEDICADA A LA ENSEÑANZA, dentro del ciclo El documento del mes. 11 de octubre 2012 / 30 de noviembre de 2012.
Vídeo completo de la presentación de la obra Carmen de Michelena Morales, una vida dedicada a la enseñanza.
Carmen de Michelena Morales, nació en Madrid, en 1914. Su vinculación a la enseñanza tiene origen en su propia familia, ya que su padre, Antonio de Michelena, era maestro de escuela, destinado en Sabiote, vinculado a la vida cultural de Baeza y relacionado con los intelectuales de la época, además de amigo personal de Antonio Machado. Gracias a los contactos de su padre, Carmen de Michelena se acercó a la Institución Libre de Enseñanza y a su particular sistema pedagógico.
La formación de Carmen de Michelena y el sistema educativo desarrollado dentro de la Institución Libre de Enseñanza, marcó su vida profesional, su quehacer docente y su vida personal. Ingresó en 1917 en la Institución fundada por el malagueño Ginés de los Ríos, en 1876, cuyos fines, ajenos a inquietudes políticas o religiosas, entendían la educación de forma global e indivisible, en un proceso que no finalizaba hasta que el individuo había completado su formación universitaria.
Carmen coincidió en la Residencia de Estudiantes, muy vinculada a la Institución Libre de Enseñanza, con numerosos intelectuales de la época y personajes de la Cultura allí congregados: García Lorca, Buñuel, Dalí, Ramón y Cajal, Picasso, Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, Altamira…, comprometidos, en su mayoría, con la renovación educativa, cultural y social.
El trabajo docente realizado dentro de la Institución Libre de Enseñanza supuso un acicate para la cultura y la educación en España, ya que gracias a los impulsos de estos intelectuales y de otros muchos maestros y educadores de base, -generaciones de estudiosos, de investigadores que crecieron al abrigo de este modelo educativo, basado en el estímulo, en el respeto en los valores, en la naturaleza, en el crecimiento integral de la persona,- se consiguió mejorar sustancialmente, no sólo el nivel educativo sino la imagen que España venía manteniendo dentro del panorama internacional.
El Franquismo puso fin, en 1940, a un proceso de avance, cambio y progreso, y cerró las puertas de la Institución, censurando el sistema de enseñanza desarrollado hasta entonces. Sin embargo, este hecho, no erradicó la influencia y el magisterio que la Institución Libre de Enseñanza dejaría dentro de las personas allí formadas.
Carmen de Michelena es un ejemplo de ello: defensora a ultranza de un sistema educativo que ha marcado su vida y que le ha proporcionado una especial perspectiva de la educación.
Su formación universitaria es de Ciencias, en concreto de Química. Empezó a estudiar en la Facultad de Ciencias Químicas de Madrid, en un momento en el que las universidades eran aún espacios casi restringidos a hombres y las pocas mujeres que accedían necesitaban para hacerlo autorización de sus padres o esposos. Llegó a conocer a Marie Courie y a Einstein y era una buena estudiante, inquieta y dinámica, lo que le aportó buenos contactos y relaciones. Sin embargo, su carrera de Química se vio interrumpida por la Guerra Civil (1936-1939) y no terminaría estos estudios hasta después de la misma. Mientras tanto, realizó estudios de Magisterio.
La Guerra y la muerte de su padre son circunstancias que la llevan a afincarse en Sabiote, para posteriormente casarse con un veterinario republicano, Francisco Campos, quien en un momento de la postguerra, acabó desterrado en Trebujena. Allí, nacieron la mayoría de sus nueve hijos: trascurren 11 años dedicados a la crianza y a la educación de sus hijos, empleándose en la formación académica de forma directa con cinco de ellos, sin querer someterlos a un modelo educativo diferente del defendido y aprendido en la Institución Libre de Enseñanza.
En 1958, ella y su familia se trasladaron a Beas de Segura (Jaén), donde Carmen se encargó de la dirección de la escuela del pueblo; allí intentó aplicar su particular sistema de enseñanza, pero no encontró un ambiente propicio y las presiones por parte de los sectores más conservadores hicieron inviable el proyecto, lo que le decidió a trasladarse a Madrid, aprovechando una oferta de trabajo en un instituto de nueva creación de Getafe.
Más tarde, y con el objetivo de poder aplicar su propio sistema pedagógico, fundó un colegio que llevaría su nombre, Colegio Carmen de Michelena, donde trabajaron 15 profesores y profesoras y dos docentes nativos para la impartición del inglés. El Colegio alcanzó un buen nivel de desarrollo y de acogimiento de su estilo educativo; sin embargo, y pese a todo, la vida del Colegio fue sólo de 7 años, pues las dificultades encontradas, las continuas inspecciones educativas, censuras… llevaron a su cierre y a la ruina económica, viéndose nuevamente truncada la aplicación del sistema de enseñanza en el que Carmen ha creído fielmente durante toda su vida.
Ha estado siempre vinculada a Beas de Segura. Allí volvería tras aprobar, ya con 63 años, las oposiciones de Catedrática de Instituto. Impartió clases de Matemáticas, hasta el momento de su jubilación, en 1984. Ese mismo año, en Beas de Segura, crea y preside la Asociación de Mujeres «El Yelmo», que tiene entre sus objetivos promocionar a la mujer, mejorar su formación a través de diferentes acciones educativas, cursos y talleres de toda índole y hacerlo de forma coeducativa, dando participación a hombres y mujeres. Considera fundamental propagar el asociacionismo femenino, luchar por los derechos de las mujeres en un momento en el que no existen órganos de apoyo institucional, como el posterior Instituto de la Mujer. En general, ha desarrollando y desarrolla en la actualidad una importante labor social, apostando por elevar el nivel de la comarca, y de difusión educativa en la zona, así como en la defensa de los valores liberales y coeducativos. Esta tarea no es más que la continuación de la lucha personal, que ha desarrollado durante toda su vida, por erradicar la ignorancia y el analfabetismo, así como una defensa incansable de las libertades.
Es una de las primeras mujeres luchadoras en nuestro país en pro de la igualdad de género, lucha llevada a cabo en un momento de evidente desventaja, en el que la voz de la mujer era menos oída, y su opinión menos considerada. No podemos olvidar que la tarea reivindicativa por la igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres; el movimiento feminista y toda una sucesión de acontecimientos, que han marcado un punto de inflexión en la situación de la mujer en nuestra sociedad, tienen su origen en mujeres luchadoras como Carmen de Michelena, que alzaron su voz en un mundo de hombres y de opresión política.
Ella, como otros contemporáneos y personas unidas a la Institución Libre de Enseñanza, tuvieron que superar las adversidades propias del momento, sufrir los rigores de la Dictadura, persecución por parte del régimen franquista y acusaciones de liberal y excesiva tolerancia… Más adelante, se afilió al partido comunista, siendo secretaria de la Federación Universitaria Escolar.
A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios, galardones y reconocimientos unidos a su trayectoria vital y a su aportación a la conciencia colectiva sobre el papel de los desfavorecidos, sobre las injusticias sociales, la lucha por la igualdad… Así, en 1995, representó a Jaén en Pekín, con el lema Mirar al mundo con Ojos de Mujer, dentro de la Plataforma Andaluza en la IV Conferencia Mundial sobre la mujer; en 1997, recibió el Premio a la Democracia y Libertad ’Plácido Fernández Viagas’; obtuvo la Medalla de Andalucía, otorgada por la Junta de Andalucía por su contribución a la promoción de la mujer y a la lucha por la consecución de la igualdad de oportunidades; en 1998, fue nombrada Jiennense del año, por su labor de entrega a la sociedad durante toda su vida y por su lucha por la igualdad y por los valores de la educación; en 1999, fue nombrada Hija Adoptiva de Beas de Segura; en el año 2000, se creó el Centro de acogida de menores, que recibe su nombre en homenaje a su incansable labor en pro de la igualdad de la mujer, la infancia, la educación, su lucha contra la violencia y el racismo.
En definitiva, ella ha sido y es un claro referente de lucha por la igualdad y de solidaridad en una sociedad que, con demasiada frecuencia, olvida el “culto” a estos valores fundamentales.
Documento con la firma de Carmen Michelena Morales.
Texto: Gentileza Archivo Histórico Provincial de Jaén.
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