Así, de esta guisa que veis en las siguientes fotografías, fui "asaltado" cuando grababa el acto final del Bicentenario de nuestra Diputación. Y es que algunos componentes de los equipos de animación se lo tomaban más que en serio.
Y ¡claro! los reporteros "intrépidos" que están a la que salta, no fallaron y nos pillaron con las manos en la masa. Estas dos primeras fotografías las he titulado ¡Vaya forma de identificar a los medios de comunicación acreditados! y es que hay formas y formas de comprobar si uno está o no autorizado para grabar. Esta desde luego, es de lo más efectivo. No cabe duda de que así se identifica cualquiera. Estas dos instantáneas corresponden al "gatillo fácil" de nuestro colaborador Pedro Jesús Chaves.
Y es que uno está muchas veces la mar de controlado, y si no, fijaos en las dos siguientes fotografías, obra del "pistolero más rápido de la prensa jiennense", Juan de Dios Ortíz, buen amigo (de los de verdad), que no dejó pasar la ocasión para demostrar que también está a la que salta y no se le escapa ni una. Me las envió con el título ¡No se puede fiar uno de casi nadie...!
Y es que así es la vida. Uno va de cara, y algunas veces se la parten. También van de cara estos dos magníficos fotógrafos que me premian con su amistad. Ellos al igual que este servidor, no entienden de copyright, ni puñaladas por la espalda, tampoco entienden de "darle a la sinhueso, ni criticar por detrás", y si entienden de compartir y ofrecer la mano a la hora de facilitar el trabajo con sus amigos.
La verdad es que como podréis comprobar, mi cuello "peligra" a menudo (algún elemento quisiera tenerme en esta situación), pero yo ya estoy acostumbrando al riesgo, estoy curtido en muchas batallas y no me "achanto" ante nada. Por eso voy a pecho descubierto y, sobre todo, con la cara levantada allá donde voy, porque puedo hacerlo. Respeto y me respetan, y siempre soy bien recibido. No todos pueden decir lo mismo.
Cuando llega la cuaresma y comenzamos los ensayos de la pasión, cuando empiezo a representar mi papel, me veo varias veces a la semana "con la soga al cuello" representando el papel de Judas, pero la verdad es que aunque ya acostumbrado a ver cómo peligra esta parte de mi cuerpo, lo cierto es que notar el frío contacto del metal afilado en el gaznate, da un poco de "yuyu",
En fin, espero que os guste esta "bromita" que deseo sirva para provocaros una sonrisa, que es ni más ni menos que el objetivo de este artículo, aunque a veces, no creáis, la caza de noticias tienes sus riesgos...
Texto: Modesto Martínez Elías.
Fotografías: Pedro Jesús Cháves y Juan de Dios Ortíz.
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