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lunes, 23 de octubre de 2017

D.Francisco Juan Martínez Rojas jura, ante el Obispo, su cargo como Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza.


El retablo renacentista de Pedro Machuca, de la Sala Capitular de la Catedral de Jaén ha sido testigo privilegiado de la jura el pasado 21 de octubre como Deán de D. Francisco Juan Martínez Rojas, en el día de la dedicación del Templo Mayor de la Diócesis.
El Deán, que repite cargo por tercer mandato consecutivo, ha estado acompañado de los miembros del Cabildo catedralicio, los representantes de la Cofradía de la Buena Muerte que tiene su sede canónica en la Catedral de la Asunción; representantes de la Asociación de Amigos de las Catedrales de Jaén y Baeza; y colaboradores de la Catedral de Baeza.
El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, ha presidido el acto de toma de posesión. En su alocución inicial, el Prelado jiennense ha indicado que cualquier ministerio en la Iglesia es “siempre un servicio que nosotros hacemos para gloria de Dios y el bien de nuestros hermanos”. Dirigiéndose al Deán y al resto de los miembros del Cabildo, Don Amadeo ha pedido que se “ponga todo el esmero posible en el servicio litúrgico en este Templo”, para continuar diciendo que la “Catedral de Jaén debe ser el corazón de la Diócesis, por lo tanto tiene que ser el corazón de todas las comunidades de la Diócesis y que todo el mundo que venga aquí tiene que sentirse muy cómodo y muy acogido”. A la vez que ha puesto de relevancia la labor que tiene dentro de la vida social y cultural de la ciudad.“Jaén valora la Catedral no sólo como un lugar santo sino como un lugar cultural y además que Jaén quiere que la Catedral sea declarada Patrimonio de la Humanidad”.
Al finalizar las palabras del Prelado del Santo Reino, el secretario capitular, D. Pedro José Martínez Robles ha dado lectura del decreto de nombramiento de Martínez Rojas como Deán, rubricado por el Obispo el pasado 18 de septiembre.
Posteriormente, el Deán presidente de Cabildo ha hecho profesión de fe, para, a continuación, jurar, de rodillas y ante el Obispo de la Diócesis su cargo. Después ha tomado la palabra para hacer público su agradecimiento, y una ruego a Dios: “Súplica al Señor,– ha dicho el Deán- para que nunca me falte la gracia con la que desempeñar este ministerio. Agradecimiento al Sr. Obispo por haber acogido la postulación que el Cabildo hizo de mi persona y haberle dado el visto bueno concediendo la necesaria dispensa de los estatutos para poder nombrarme por otro quinquenio, y al Excmo. Cabildo, que ha renovado su confianza en mi persona postulando mi nombre al Sr. Obispo”.

  
  

En su emotivo discurso, ha querido expresar que su tiempo como Deán es apenas una brizna en el tiempo, y ha resaltado que el verdadero protagonismo es el del mismo Dios, “Cinco, diez, quince años son poco, por no decir nada, con la historia de este templo, cuya dedicación al Dios vivo y verdadero celebramos precisamente hoy. Nuestro servicio a este templo es como una tenue hoja que pasa aprisa en el gran libro de piedra que es la Catedral”.
También ha querido resaltar el protagonismo del primer Templo de la Diócesis en la vida de la Iglesia de Jaén, de sus fieles, aquellos que llegan y se siente acogidos por esta Catedral erigida para ser el custodio del Rostro de Cristo: “La catedral es el lugar donde está la cátedra, la sede del Obispo. Pero no sólo eso. Es, al mismo tiempo, la Iglesia madre de todos los templos de la Diócesis, y lugar en el que la celebración litúrgica debe ser modélica para el resto de las comunidades. Pero además de todo esto, la Catedral de Jaén es también relicario del Santo Rostro, y por lo tanto, meta de peregrinos. Por ello, es asimismo domus Ecclesiae, casa acogedora en la que encuentran un cálido cobijo quienes buscan la plenitud definitiva a la que aspira cualquier ser humano contemplando a Dios manifestado en el rostro santo de su Hijo Jesucristo”.
Por último, D. Francisco Juan Martínez Rojas, ha pedido el amparo de Dios y la protección de santos y beatos de la Diócesis para hacer de su labor como Deán una tarea de servicio para la Iglesia y la sociedad. “Que el Señor, que es quien verdaderamente construye el templo de piedras vivas, que no pasa, nos ayude en la tarea de servir a la Iglesia de Jaén en el Primer Templo de esta Diócesis. Y que no nos falte nunca la intercesión poderosa y efectiva de Santa María, en cuyo honor se levantó esta Catedral, de San Pedro Poveda y el beato Félix Pérez Portela, canónigos que fueron de este templo, y del beato Manuel Aranda, seminarista becario de nuestro Cabildo”, ha concluido.
Al término del acto, los miembros del Cabildo, junto al Obispo y el recién reelegido Deán, ha celebadrado una Misa solemne en el día que se rememora la consagración de la Catedral.

  
  

Texto y fotografías: Gabinete de prensa Diócesis de Jaén.

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