Mañana miércoles 5 de marzo de 2025, se cumplirán 33 años desde que la Agrupación de Cofradías recuperó la tradición de celebrar el Solemne Via Crucis del Miércoles de Ceniza, con uno de los crucificados de las diversas cofradías de la ciudad, presidiendo el acto a hombros de sus cofrades.
Extenso resumen audiovisual del Traslado del Santísimo Cristo de la Vera Cruz a la S. I. Catedral, el Miércoles de Ceniza del año 1992.
Era el dos de marzo, Miércoles de Ceniza de 1992, cuando tuvo lugar el solemne y tradicional Via Crucis de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, en ceremonia presidida por el Obispo de la Diócesis, Monseñor García Aracil, y el Obispo de la Diócesis de Portoviejo (Ecuador) Monseñor Ruiz Navas, que se encontraba pasando unos días en la ciudad donde firmaba con nuestro prelado un convenio de colaboración mediante el cual la diócesis de Jaén, se comprometía a mandar cinco sacerdotes para ayudar a la formación de nuevos sacerdotes en el seminario que se estaba construyendo en la citada diócesis ecuatoriana.
El acto tuvo una primera parte en San Ildefonso, desde donde la imagen del Stmo. Cristo de la Vera Cruz fue sacada a hombros de componentes del cuerpo de hermanos costaleros de la Primitiva, Pontificia y Real Congregación del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y María Santísima de los Dolores, que con su Coordinador de Costaleros, Modesto Martínez Elías al frente, portaban la bendita talla del crucificado en impresionante silencio por la calle Ancha y Almenas hasta la Santa Iglesia Catedral, en cuya puerta aguardaba a la comitiva el Cabildo Catedral.
A la entrada a la S. I. Catedral, los costaleros cedieron su puesto a los diferentes hermanos mayores de las cofradías de Jaén, que lo portaron hasta depositarlo en el altar mayor de nuestro templo matriz. Fue una hermosa procesión claustral, siéndole ofrecido un ramo de claveles a la talla del Señor del Trueno, por la Hermandad catedralicia de la Buena Muerte a su paso por la capilla de esta cofradía.
Antes de comenzar la ceremonia litúrgica, Monseñor García Aracil presentó a don José Mario Ruiz Navas, quien presidió el ejercicio del Via Crucis, teniendo en la homilía palabras de agradecimiento para la ciudad de Jaén, a quien dijo, "no podremos pagar nunca lo que va a hacer por nosotros como no sea la satisfacción de ver el enraizamiento de una comunidad de fe que esta ciudad de Jaén va a hacer posible".
Tras el Vía Crucis tuvo lugar la imposición de la ceniza al numerosísimo público congregado en la Catedral y que abarrotaba todas las naves del templo, para más tarde procederse a la adoración de la Sagrada Reliquia del Santo Rostro.
Finalizado el acto, las Cofradías pasaron a la Sacristía Mayor para cumplimentar a los prelados, haciendo la Cofradía de Nuestro Padre Jesús un obsequio al obispo americano.
Más tarde el Cristo de la Vera Cruz, acompañado de gran número de cofrades, y nuevamente a hombros de sus costaleros y Coordinador, volvía a San Ildefonso con la misma solemnidad y respeto con que desde allí había salido.
Llegados a su sede canónica de San Ildefonso, se improvisó, debido al fervor de todos los que acompañaron al Santísimo Cristo de la Vera Cruz, un devoto besapié, con el que finalizó el acto.
Para los buenos cofrades y capillitas, y en especial aquellos que ya tenemos una edad, estas imágenes gozan de gran interés e importancia. En las imágenes se adivinan personalidades que ya nos han dejado, los costaleros más antiguos de la Congregación, se verán muy, pero que muy rejuvenecidos, observaremos a los miembros de la Agrupación de Cofradías de aquella época así como a los diferentes hermanos mayores del resto de cofradías de la ciudad.
En fin, todo un ejercicio de memoria, que os aseguro no os va a dejar indiferentes. Espero que lo disfruteis, puesto que se trata de un documento audiovisual de gran interés.
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