Cada año, el domingo siguiente a San Juan en los parajes cercanos al Puente de la Sierra se celebra la romería del Cristo del Perdón también conocido con el nombre “Cristo de la Asomá”.
La Imagen se encuentra en una pequeña ermita ubicada en el margen derecho de la carretera a unos cinco kilómetros de la capital Jienense y a un kilómetro escaso del Puente de la Sierra. La ermita data del siglo XVIII y fue restaurada en 1983 según indica una placa en su fachada. En el interior se conserva una Imagen de la Virgen del Valle y el mencionado Cristo del Perdón que se caracteriza por ser una talla de armónicas proporciones, cuyo autor desconozco.
El domingo pasado y bajo un calor insoportable se celebró su gran día. Todo comenzó con una misa rociera a la que concurrieron numerosos vecinos, devotos y miembros de la hermandad a la que acompañaron varias hermandades: Virgen del Rocío, Virgen de la Cabeza, Cristo de Charcales, Hermandad del Perdón, etc. También, evidentemente se contó con la presencia de un coro rociero que interpretó las diversas partes de la misa.
Tras la ceremonia oficiada por el sacerdote Don Manuel Carmona y bajo el himno nacional salía en procesión el Santísimo Cristo a hombros de jóvenes y no tan jóvenes que caminaron juntos en su recorrido tradicional. Las altas temperaturas y un sol de justicia no fueron en ningún momento inconveniente para su traslado a la parroquia Santa Cristina. Fueron grandes momentos de hermanamientos y convivencia.
La agrupación musical Blanco Nájera con un gran repertorio de marchas acompañó al Cristo en su tradicional procesión.
En el corto trayecto entablé amistad y conversación con Manuel, un anciano lugareño que me acompañó en el corto recorrido. Me estuvo contando historias y leyendas del Puente de la Sierra y hubo una la cual me llamó bastante la atención ya que estaba relacionada con el acontecimiento y fue el significado de la “Asomá”. Manuel me contó que en el tiempo de los moros, sobre el 1300 en una hueste inesperada hicizo preso al obispo ya anciano Don Pedro Pascual cuando regresaba a Jaén de hacer una visita a los pueblos fronterizos de la hermana Granada. Y como recordatorio clavaron una cruz en dicho lugar y más tarde se construyó una primitiva ermita.
Texto y fotografías: Miguel de la Torre Padilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario